jueves, 25 de noviembre de 2010

Humanizer

Como había comentado en post anteriores, estaba (de hecho, estoy) colgada de un chico... De un semidios sin defectos, que convertía sus profundos ojos azules en un laberinto del que no quería ni podía salir...

Durante estos días he visto defectos, he visto cosas que no me han gustado y, cuando se abre una brecha en una balsa de contención, el agua empieza a salir... No paraba de verle como un monstruo, no paraba de fustigarme por haberme equivocado tanto... No me gusta equivocarme, aunque tengo un máster en ello en mi vida personal.

Y ahora... ahora he encontrado el equilibrio... Todo lo bueno que le vi, lo sigue teniendo, sigue siendo estupendo, sigue siendo adorable, sigue siendo atento, pero también es tosco a veces, es desagradable en ocasiones, es... humano, sólo eso...

Y no sé si debe gustarme más o menos por ello, no sé si debo decirle a mi corazón que deje de latir, a mis neuronas que dejen de hacer sinapsis si está cerca, a mis labios que dejen de esbozar una tímida sonrisa.. Lo que sé es que aunque lo intentase, no lo conseguiría.

"El amor nos eleva de la tierra y nos convierte en marionetas a merced de algo intangible que llamamos sentimiento"

1 comentario:

  1. Es como cuando descubres que tus padres no son superheroes que todo lo pueden, sinó que también son personas humanas, con sus virtudes, sus defectos, y que han aprendido a base de errores, como lo hemos hecho todos.
    Lo bonito es que querer a alguien sólo por sus virtudes es admirar. Querer a alguien con defectos incluidos es amar de verdad :)

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